Scratching Life

scratching life

Arañando la vida persigo
pequeñas utopías que consigo
tenaz a pesar del enemigo
íntimo y externo y del castigo
de ser libre y respirar...

jueves, 22 de noviembre de 2012


Ya no me pregunto por qué nada
como Tosca torpe y desesperada,
ahora lloro sonriendo sin rupturas
ni desgarros en el alma,
me cansé de recoser cada puntada,
ahora te miro y te lo digo:
me apena que no entiendas,
siendo noble contigo mismo,
que sólo tú destrozaste cuanto amabas
con tus patadas verbales, violencias desatadas
y mil puñales ¿pretendiendo unirnos?
No querer comprender es grave intolerancia:
quien no reconoce sus errores,
dijo el sabio, se condena a repetirlos.

Gio

6 comentarios:

  1. Me he puesto melancólico y profundo
    un viernes tan oscuro como este,
    y aunque no soy alguien que proteste
    cuando las nubes cubren este mundo
    quiero empuñarla fuerte y arrancarla,
    a Excalibur, la espada encantada,
    mordaza milenaria, a un yunque atada,
    cogerla entre las manos y ahora alzarla...
    Todo eso... o simplemente abrir la boca,
    dar un pasito al frente sin caerme,
    mirarnos a los ojos fijamente
    y hablarnos con la fuerza de una roca,
    temiendo tus palabras dulcemente,
    llevarse mi valor, reblandecerme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las palabras unen y aman
      cuando todo es bello
      y la vida fácil sonríe.
      Pero también crecen y matan
      si son atadas al cuello
      hasta dejar sin resuello
      al que inocente se confíe
      cuando llegen malas rachas
      y le sorprenda el atropello.
      Y si por las manos hablan,
      no cabe dulce melancolía
      sino astuta lucha a degüello...
      Palabras de espada tan noble
      sólo pueden prestarte aliento,
      dignidad y valor con honor,
      bisturí para hacer algo mejor:
      nunca fue malo cortar a tiempo.

      Eliminar
  2. Busco palabras y no encuentro
    es el dolor del momento
    andando por el sendero
    temiendo tus pensamientos
    ruedo pensando en el tiempo
    imaginando escuchar, al menos,
    zumbidos en mis oidos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Por qué temes mis pensamientos,
      escondido en tres siglas
      sin un perfil que te defina
      observándome tan atento?

      Eliminar
  3. Te observo y te leo
    e incluso cada palabra analizo
    quizás buscando el momento,
    intentando buscar
    esa persona que fué,
    recordando las palabras
    olvidadas por el tiempo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La persona que fue siempre ardilla
      libre, independiente y luchadora
      insistente por su pequeña bellota,
      no ha dejado de serlo un instante,
      sigue transformando la pesadilla
      en aprendizaje y, recalcitrante
      mas no ingénua, defiende ahora
      su derecho a seguir siendo ella,
      a no "sentir terror a los anatemas,
      ni preferir calumnias a los poemas,
      ni traicionar medallas,
      ni urdir falacias",
      a respirar, "cantar, reir, vivir,
      estar solo, ser libre,
      tener el ojo avizor,
      la voz que vibre,...
      a despreciar con valor
      la gloria y la fortuna,
      a viajar con la imaginación
      a la luna,
      sólo al que vale
      reconocer los méritos
      no pagar jamás
      por favores pretéritos,
      renunciar para siempre
      a cadenas y protocolo,
      probablemente no volar muy alto
      pero solo..."
      No hay cambio que buscar
      sino palabras agónicas
      que sobrevivieron al destierro
      y anuladas por su amado amante,
      al que tanto ansiaban complacer,
      decidieron no morir, sino ser.
      Mi fortaleza salvaje no radica
      en erigirme en dama de hierro,
      sino en aquella que no abdica
      ante la adversidad que siente
      por ser elástica y resilente.

      Eliminar