A Pablo, gran hijo, gran joven:
Tu limpia mirada azul vive
pero ahora tiende al verde
y abandona el gris que degamó la muerte.
Tu limpia mirada azul sonríe
y se alimenta de amor y dulzuras
mientras asume un pasado de torturas.
Tu limpia mirada azul brilla
alegre de nuevo buscando libre
sus propios caminos y, al ser tú, yo renazco.
La Gioconda Estuvo Triste
Tu limpia mirada azul vive
pero ahora tiende al verde
y abandona el gris que degamó la muerte.
Tu limpia mirada azul sonríe
y se alimenta de amor y dulzuras
mientras asume un pasado de torturas.
Tu limpia mirada azul brilla
alegre de nuevo buscando libre
sus propios caminos y, al ser tú, yo renazco.
La Gioconda Estuvo Triste
A veces las cicatrices pesan más que las heridas, pero es de valientes sobreponerse, de valientes sostener a quien nunca mereció una tortura.
ResponderEliminarLa alegría es señal de superación. Una mirada limpia y azul, que limpia y tiñe también la de quien ha permanecido siempre a su lado.
Precioso leerte.
Un abrazo grande.
Eres tremenda, cariño, gracias mil, tú también has estado al lado muchas veces. Un abrazo, reina.
ResponderEliminar