Scratching Life

scratching life

Arañando la vida persigo
pequeñas utopías que consigo
tenaz a pesar del enemigo
íntimo y externo y del castigo
de ser libre y respirar...

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Esta es mi felicitación de navidad y ¿próspero? año nuevo...




Hoy no soy capaz de escribir un poema social. Es tal la indignación y la pasión que se me obnubilan las ideas estructurales. Me rompe tanta estulticia y tanta maldad.

Amo mi península y sus archipiélagos, nuestros dos continentes y hasta los abandonados por nuestros dirigentes en contra de nuestras voluntades. Me gusta mi tierra, su gente y su forma de ser. Sí, tenemos espíritu insular, es lo que nos han considerado siempre, un molesto apéndice a manipular, someter o despreciar, siempre con el objetivo de robarnos cuanto construimos o tenernos de parapeto ante los invasores.

España es mi libertad. Y la de muchos que vienen a vivir con nosotros precisamente por eso, por nuestros valores humanos. Es lo que hemos hecho con todo lo vivido, ayudarnos, apoyarnos y construir un lugar en el que teníamos educación para todos, sanidad para todos, seguridad y justicia para todos, trabajo para la mayoría y ayuda para el que no lo tenía, libertad para pensar y respetar al diferente a uno, eso somos, una pasada de personas, somos los españoles. Y NO HA SALIDO GRATIS, LO CONSTRUÍMOS TODOS JUNTOS, con nuestro trabajo, nuestros impuestos, nuestro esfuerzo, con nuestra sangre mezclada con la tierra. Nadie se hace rico en España porque tampoco nos ha importado nunca el dinero si teníamos para vivir honrada y dignamente. Pero siempre nos han importado las personas. Eso es lo que nos quieren quitar ahora. Poderoso caballero es don dinero...

Me duele. Mucho. Veo cómo la mano del poder nos roba sin escrúpulos NUESTROS COLEGIOS, NUESTROS HOSPITALES, NUESTRA SEGURIDAD, NUESTRA JUSTICIA, NUESTRAS PYMES, NUESTRAS CASAS, NUESTRA SALUD, NUESTRAS PENSIONES, NUESTROS PROFESIONALES, TODO, todo lo que hemos pagado para no ser ricos individualmente sino para enriquecer nuestra sociedad y poder salir cada día a dar un paseo tranquilamente por nuestras ciudades y poblaciones sin temor alguno y en sana convivencia.

No quieren que hablemos, no quieren que pidamos cuentas, no quieren dar la cara y se parapetan en las paranóicas mentiras que se creen ya ellos mismos. Se han vendido, sí, nos están prostituyendo, rompiendo, robando y matando. Y les dejamos. Vamos corriendo de PP a PSOE y viceversa como si creyéramos que les importamos un poquito. Qué bien lo hacen. Ya nos mientan, nos roben o incluso nos maten, seguimos sin verlo...

¿Quién nos protege?¿Quién defiende a los españoles?¿Y nuestros intereses?¿Acaso no están ellos, los "electos", los "demócratas", cobrando un montón de sueldos para hacer ese trabajo?
Ellos están a nuestro servicio y no les estamos exigiendo con suficiente vehemencia que nos rindan cuentas. Y las pocas que salen a la luz, dan miedo y explican muchas cosas...

Mirad fuera de nuestras fronteras, mirad cómo viven en otros lugares, sin derechos, sin seguridad, sin libertad, sin vida,... ¿A eso aspiramos?¿O queremos otra cosa?
Yo quiero seguir educando a mis hijos aunque no sea rica, quiero poder trabajar con dignidad y poder vivir de ello, quiero tener la libertad de pararme a atender a quien sea donde sea sin miedo alguno, quiero poder enfermar sin peligro de abandono, quiero mis agentes tutores, mis servicios de bomberos, mis especialistas y sanitarios, quiero que no me traten como si fuese presunto culpable con cámaras en todo lugar donde se puede recaudar un euro, quiero mi libertad, la igualdad en derechos y obligaciones y que nadie me robe todo lo que he hecho en el mundo, lo que pertenece no sólo a mí sino a todos nosotros.

Dejemos a un lado las cortinas de humo de los medios y miremos la realidad. Luego, decidamos qué hacer con ella. (¿Por qué no me siento mejor?)
La Gioconda Está Triste